La PSU discrimina a los más vulnerables

La PSU discrimina a los más vulnerables
Columna de Alejandro Díaz
Secretario ejecutivo de Responsabilidad Social Universitaria de la Usach

Urge buscar otros mecanismos de ingreso a estas casas de estudios, más equitativos y que evalúe de mejor manera las capacidades de los jóvenes.

El Talento se distribuye igual entre ricos y pobres. Es igualmente probable que existan estudiantes brillantes en un colegio particular de Las Condes que en otro de la comuna de Andacollo. Esta realidad (que la mayoría conoce, pero que también la mayoría obvia) nos devela un crimen perverso del cual todos somos cómplices. Miles de genios, hombres y mujeres brillantes, se pierden todos los días entre la desesperanza y la poca urgencia que la sociedad chilena le ha dado a la calidad de la educación para todos y todas.

Los teóricos más neoliberales mencionan a la educación superior como el instrumento que genera más movilidad social. Esta premisa, que es compartida por casi todos los sectores de la sociedad, nos muestra una tremenda incongruencia frente a la calidad de la educación que recibe la población de los sectores más vulnerables. La población de los primeros quintiles es la que requiere mayor atención, pero se trata de los más afectados por la calidad de la educación que reciben en los establecimientos municipales a los cuales asisten.

El mecanismo de selección a las universidades que hemos validado como sociedad no garantiza la equidad en el acceso. El mismo Consejo Asesor Presidencial para la Calidad de la Educación lo señala: " Es fundamental abordar estos temas con urgencia, por cuanto la situación actual mantiene aspectos no resueltos, que tienden a afectar la equidad en el acceso a la educación superior ", dice el documento en la página 243.

Si analizamos los puntajes obtenidos en la PSU, la realidad es todavía más dolorosa. Los estudiantes de colegios municipalizados obtienen en promedio 200 puntos menos de aquellos que provienen de la educación pagada. Y esto no significa que los últimos sean menos inteligentes que los primeros. Existe la misma cantidad de talento en los colegios particulares que en los municipales. El problema es que en los colegios municipales existen factores socioculturales y contextos educativos diferentes y en general presentan precariedades en relación con los colegios particulares. Tal argumento no es novedad para nadie. Pero todos operan en la misma lógica: pagar un preuniversitario que garantice buen puntaje para pasar a ser parte de la elite privilegiada, que supuestamente alcanzan todos los profesionales que llegan a la educación universitaria.

En otras palabras, la PSU no contribuye a disminuir la brecha. De allí, el imperativo moral que tenemos como sociedad de asegurar la calidad de la educación, independiente del poder adquisitivo que tengan la familia de esos jóvenes para pagar un servicio de pre universitario.

En este sentido, las universidades del Estado debemos enfrentar esta realidad desde el protagonismo y desde las propuestas. El sistema de selección aumenta la inequidad del sistema, por lo tanto debemos buscar otros mecanismos que aseguren que ningún joven talentoso se quedará sin estudiar en la universidad. Urge buscar otros mecanismos de ingreso a estas casas de estudios, más equitativos y que evalúe de mejor manera las capacidades de los jóvenes.

Este año, la Usach permitió el ingreso a 45 estudiantes de colegios prioritarios, asesorados por la Corporación y Fundación Equitas, al programa de Bachillerato en Ciencias. En su ingreso no se consideró el puntaje obtenido en la PSU y desde un principio se garantizó que los mejores estudiantes de esos establecimientos podrían entrar a la Usach sin ningún costo, inclusive en la carrera que elijan posteriormente. Esta iniciativa demuestra que es posible que las universidades tengan sistemas de selección mixtos que busquen una mayor equidad en el acceso a la educación superior sin por ello disminuir la calidad de sus casas de estudio.

Fuente: La Nación, Lunes 21 de julio 2008