jueves, 30 de octubre de 2008

Bachilleres visitan FACEA

Alumnos del programa de Bachillerato de la Universidad de Santiago, donde estudian alumnos del Propedéutico 2007, visitaron la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la USACH.

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viernes, 24 de octubre de 2008

Rector Zolezzi ante informe OCDE

El informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que propone varios cambios en la educación superior chilena, no dejó indiferente al Rector de la Usach, Juan Manuel Zolezzi, quien hizo un frío análisis del estudio y dijo compartir varios de sus principales críticas.

El Rector Zolezzi aseveró que el informe encargado por el Ministerio de Educación y difundido por el consultor Simón Schwartzmann en el seminario de Educación Superior realizado anteayer, le “parece valioso. Todo lo que sea dar cuenta de lo que ocurre en la educación superior es positivo…, a veces es bueno que alguien de afuera diga las cosas”, recalcó el académico.

Según el Dr. Zolezzi, este informe internacional plantea que hay que duplicar el Aporte Fiscal Directo a las universidades, pero, “a mi juicio, no hay que duplicarlo, sino que triplicarlo. En nuestro país, el Estado entrega alrededor de un 18% a sus universidades. En países desarrollados, esa cifra se eleva al 70%”, comentó el Rector de la Usach. Agregó que “lo que no comparto es que las universidades privadas reciban esos dineros, porque éstas nacieron con la idea que no iban a tener ese aporte”.

El informe encargado por el Ministerio de Educación y dado a conocer por Simón Schwartzman, fue aplaudido por el Rector, porque “creo que el informe es claro. No hay nadie que no quiera reconocer que hay que duplicar el aporte a las universidades del Estado, aunque yo digo que hay que triplicarlo. Nadie quiere reconocer que la calidad del alumno se mide con una prueba que se da en un instante, más que la posición que tiene el alumno en su curso… La verdad del aporte fiscal directo es una verdad del porte de un buque… este informe dice muchas verdades”.

Respecto del Aporte Fiscal Indirecto (AFI), el informe dice que hay que eliminarlo definitivamente y el Rector de la Usach responde categórico: “Yo soy partidario que el AFI se elimine, pero ya que no podemos eliminarlo, modifiquémoslo, que es lo que estamos proponiendo nosotros. Estamos proponiendo que se incorpore el ranking del alumno al interior de su curso”. La autoridad dijo compartir también los juicios que dicen que la PSU es inequitativa, porque ésta mide contenidos “y eso privilegia, obviamente, al sector más rico de Chile”, concluyó el Dr. Zolezzi.

Fuente: USACH AL DIA

jueves, 23 de octubre de 2008

Estudio propone fin del AFI, monopolios y el CRUCH

Esta es la nota del diario La Nación, a propósito del informe de la OCDE sobre los desafíos de la educación superior Chilena.
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OECD: Desigualdad, principal problema de educación superior
Soraya Rodríguez / La Nación

Una educación superior para ricos y otra para pobres. Ese es uno de los principales déficit de nuestro sistema según el informe de la Organización Económica de Cooperación y Desarrollo (OECD). Un problema que se arrastra desde básica, que la PSU “puede acentuar” y que se refuerza al acceder a una universidad o centro técnico. No es todo: estudio critica falta de transparencia en la entrega de información al Estado.

En las últimas dos décadas la educación superior en Chile experimentó un cambio radical: dejó ser un sistema pensado y creado sólo para la elite para convertirse en uno masivo. Una transformación que permitió ampliar, de manera significativa, la cobertura, pero que -paralelamente- dio origen a un fenómeno aún sin solución: la existencia de una educación para ricos y pobres.

Ése es precisamente el gran déficit de nuestro sistema, según el informe de la Comisión de la Organización Económica de Cooperación y Desarrollo (OECD) que diagnosticó el estado de la educación superior en Chile en su transición hacia una cobertura de masas.

El informe -dado a conocer ayer en un seminario internacional organizado por la Comisión Nacional de Acreditación y el Consejo Superior de Educación- dice que si nuestro logro es el "gran crecimiento (en la cobertura) por la combinación de diversificación institucional y universalidad de costos compartidos", nuestro problema es "la desigualdad en el acceso a la educación superior para estudiantes provenientes de orígenes sociales distintos".

Tal inequidad no sólo se expresa al ingresar al sistema, sino también en la consecuente segmentación entre instituciones universitarias y no universitarias.

"El problema empieza en la educación básica y media. Los resultados obtenidos a estos niveles siguen asociados a las condiciones sociales de las familias de los estudiantes", sostiene el estudio, al tratar el tema del acceso. También dice que la PSU como único instrumento de evaluación "mantiene y puede estar acentuando este problema, así como el hecho que "estudiantes de familias ricas van a universidades, adonde la educación tiene más prestigio y calidad, mientras que estudiantes más pobres van a los centros de educación tecnológica o institutos profesionales, adonde la calidad suele ser peor", según comentó Simón Schwartzman presidente del Instituto de Estudios del Trabajo y Sociedad de Brasil y encargado de la presentación del estudio.

Monopolios y Consejo de Rectores "sin justificación"
El diagnóstico de la OECD va más allá: critica que las carreras sean monopolizadas por un grupo de entidades y que se mantenga la figura del Consejo de Rectores. "El sistema de 18 profesiones universitarias, que son monopolios de universidades, no tiene justificación, y necesita ser eliminado", al igual que "la división entre instituciones incluidas o no en el Consejo de Rectores pertenece al pasado, y necesita ser superada".

Ello implica -dice el informe- "eliminar las diferencias operativas entre instituciones públicas y privadas" y que "todas las instituciones que reciben aportes fiscales directos o indirectos deben estar obligadas a la transparencia y sujetas a supervisión pública del uso de los recursos".

En el ámbito de la calidad, plantea la necesidad de generar sistemas de evaluación y acreditación, donde ese objetivo signifique "atender de la mejor manera a todos los que la institución tiene la misión de servir". Mientras que en financiamiento dice que si bien Chile tiene "una infraestructura sofisticada que ha facilitado la transición hacia la educación superior de masas; los gastos por estudiantes son bajos, y los costos para los alumnos y sus familias son muy altos, comparados con los de otros países".

Transparencia
Según lo expuesto por Schwartzman, la investigación también detectó que los empleadores se quejan que "no tienen canales de participación para enterarse e influir en las prácticas educativas y sus contenidos" y que los institutos profesionales y centros de formación técnica "son pocos e insuficientes para las necesidades del país".

Un tema no menor se relaciona con la información. El estudio se encontró con que "existen varios sistemas de información para los estudiantes" y que "no hay informaciones consistentes para la formulación de políticas, por ejemplo las estadísticas sobre matrículas. Cuestión que Schwartzman calificó de inexplicable, porque, dijo que en Brasil cuando una institución no entrega toda la información, no accede a ningún beneficio estatal".

¿Qué es la OECD?
La Organización Económica de Cooperación y Desarrollo (OECD) es un foro intergubernamental permanente que agrupa a los 30 países que representan cerca de dos tercios de la producción mundial de bienes y servicios, con el propósito de discutir, desarrollar y perfeccionar sus políticas económicas y sociales tanto de sus miembros como de las naciones que no forman parte de él.

PRINCIPALES PROBLEMAS, SEGÚN INFORME
►Desigualdad en el acceso a la educación superior para estudiantes provenientes de orígenes sociales distintos

► Segmentación entre instituciones universitarias y no universitarias

► Programas de estudio inflexibles y basados en prácticas educativas obsoletas

► Programas de graduación demasiado largos

► Prácticas de financiamiento institucional obsoletas

► Falta de foco y financiamiento adecuado a la investigación universitaria*Deficiencias en información y accountability.

RECOMENDACIONES PARA MEJORAR NUESTRO SISTEMA
►Acceso: Cambiar el sistema de admisión a uno diferenciado de evaluación y ampliar el sistema de financiamiento y becas, creando uno unificado sobre la base de las necesidades y rentas futuras de los estudiantes.

►Relevancia: Hacer la educación técnica y profesional más atractiva y reducir la segmentación entre la educación superior universitaria y no universitaria.

Institucionalidad: Asociar el acceso a crédito o becas a la calidad, la relevancia de su carrera y a sus necesidades, no a si su institución está o no en el CRUCh.

►Calidad: Hacer evaluación de las prácticas de enseñanza y estimular los currículos basados en competencias, relacionadas a las necesidades del mercado de trabajo.

►Investigación: Consolidar los instrumentos de financiamiento, con recursos estables y predecibles.

►Financiamiento: Aumentar el gasto público en educación superior, duplicando los valores en los próximos años y transformar los aportes fiscales directos, para que sean disponibles a todas las instituciones acreditadas en función de su desempeño, y no de criterios históricos.

►Información: Crear el Observatorio de la Educación Superior.

ELIMINAR EL AFI
Tal como lo propuso en su oportunidad el Consejo Asesor para la Educación Superior, la comisión internacional propuso eliminar el Aporte Fiscal Indirecto, pues aumenta la inequidad, al estar basado sólo en la captación de los alumnos que obtengan los mejores puntajes en la PSU. La propuesta se formula justo cuando el Mineduc ha definido nuevos criterios para esos aportes que combinan la PSU con el ranking de notas de los estudiantes en el ciclo de enseñanza media.

Consultada la ministra Mónica Jiménez al respecto, dijo que hay diversos criterios, mientras unos se oponen, porque les restará recursos, hay quienes plantean que en vez del AFI se entreguen más becas. Acotó que “lo maravilloso de esto es incorporar estos temas que enriquecen el debate”. No obstante, el cambio está decidido por el Mineduc y estará contenido en el proyecto de ley que este otro mes enviará el Gobierno al Congreso.

Informe OCDE critica PSU e inequidad

A continuación puede ampliar la nota que realizó El Mercurio sobre el informe del OCDE presentado por Simón Schwartzman, donde relata los desafíos que debe superar la educación superior Chilena.

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domingo, 19 de octubre de 2008

Diferencias sociales impactan resultados educacionales

El domingo 19 de octubre, en el periódico El Mercurio, apareció esta nota que relaciona el origen socioeconómico con los resultados académicos que se obtienen.

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UC y USACH debaten por el AFI

El domingo 19 de octubre, El Mercurio conversó con el Rector de la Universidad de Santiago, Juan Manuel Zolezzi, y el Vicerrector de la Universidad Católica, Carlos Williamson, en torno a la propuesta del Ministerio de Educación para reformar el AFI.

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viernes, 17 de octubre de 2008

Desafíos País: Fco J. Gil

En el marco de las ideas DESAFIOS PAIS del periódico La Segunda, el viernes 17 de octubre 2008 se publicó a plana completa el siguiente artículo de Francisco J. Gil, Director de Bachillerato USACH:

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jueves, 16 de octubre de 2008

Cálculo de nuevo AFI

El jueves 16 de octubre se publica en La Segunda un cálculo de las instituciones que reciben actualmente el AFI, y el valor que recibirían con la nueva fórmula propuesta por el Ministerio de Educación.

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Cambio del AFI: un paso positivo para la inclusión

EN DEBATE
Cambio del AFI: un paso positivo para la inclusión

Por Pamela Díaz-Romero, directora ejecutiva de Fundación Equitas

Al elevar la ponderación de las notas de enseñanza media para el cálculo del AFI se favorece una integración más democrática del sistema de educación superior.


Siete de cada diez alumnos universitarios son hoy los primeros de sus familias que entran a la universidad. Las personas con educación superior aumentaron de 9% a 16,4% de la población entre 1992 y 2002, según los censos de esos años. Sin embargo, mientras en el 20% de mayores ingresos la cobertura en la educación superior es de 53,1%, en el 20% de menores ingresos apenas alcanza a 13,7%, según las cifras de la última Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen) 2006.

La escasa participación de estudiantes de menores recursos en el sistema universitario se explica por sus menores puntajes en la Prueba de Selección Universitaria (PSU) y por el elevado precio de esta enseñanza, que hace a las instituciones de más prestigio poco accesibles a ellos, según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). El reciente anuncio de la reformulación del Aporte Fiscal Indirecto (AFI) constituye una señal clara y positiva, que busca favorecer una mayor democratización en el acceso.

Los bajos puntajes que obtienen los más pobres en la PSU reflejan las formas de exclusión que acumulan en sus trayectorias: desde las limitaciones de contexto que afectan sus logros educativos -problemas de nutrición y salud, y la escolaridad de los padres- hasta la menor calidad de la educación que reciben. De poco valen hasta ahora sus esfuerzos y buenos resultados en la enseñanza media. La composición del alumnado de las principales universidades del Consejo de Rectores parece contradecir la evidencia científica, según la cual el talento se reparte por igual en todos los sectores socioeconómicos. Al elevar la ponderación de las notas de enseñanza media para el cálculo del AFI se favorece una integración más democrática del sistema de educación superior, basada en un acceso en función de los méritos de los estudiantes. Esto mejora las oportunidades de entrada de los alumnos talentosos y esforzados del sistema público municipalizado. Para asegurar su éxito, la medida debería ir acompañada de la inclusión de indicadores sobre la situación socioeconómica de los postulantes en la asignación de becas de pre y posgrado, mejorando así las oportunidades de financiamiento al interior del sistema.

De paso, esta iniciativa abre un gran desafío a aquellas universidades temerosas de este cambio en el AFI: para mantener su financiamiento deberán desarrollar las capacidades institucionales que requiere recibir y promover el aprendizaje de los alumnos de sectores más pobres o culturalmente diversos. Es su oportunidad histórica para sumarse a los esfuerzos en favor de la equidad en la educación superior y en pro de mayor participación en los beneficios del desarrollo, favoreciendo la construcción de una sociedad más justa y democrática.

Fuente: La Nación, Jueves 16 de octubre de 2008

miércoles, 15 de octubre de 2008

Cambios en el AFI IV

El Mercurio, Miércoles 15 de Octubre de 2008

Reforma del AFI

Señor Director:

Con el objetivo de mejorar la calidad y equidad de la educación media y superior, la Universidad de Santiago de Chile ha propuesto insistentemente que se corrija la definición de "mejor alumno" usada para asignar el Aporte Fiscal Indirecto (AFI), porque hacía "la vista gorda" respecto de las notas de enseñanza media (NEM). Para optimizar la captación de recursos provenientes del AFI en el año 1981, las universidades reaccionaron elevando la ponderación de la PAA (desde 42,9% hasta 60,4%). Para revertir dicha reacción, el nuevo AFI valorará con igual importancia tanto el ranking ordenado según las NEM como la PSU (en un 50% cada antecedente).

Gracias a esta reforma del AFI:

i) Los estudiantes más esforzados, responsables y capaces de todos los colegios del país tendrán incentivos tangibles para estudiar; los profesores tendrán razones ciertas para estimular y educar a sus estudiantes, y el profesorado chileno recuperará parte de la dignidad perdida. Por todo lo anterior, el cambio tendrá efectos positivos sobre la calidad de la educación media.

ii) En los próximos años, más estudiantes talentosos, de todos los estratos sociales, ingresarán a las mejores universidades, porque su mejor antecedente académico será reconocido y valorado por las universidades. La buena noticia es que el ranking de las notas, a diferencia de la PSU, es una variable que no está correlacionada con el origen socioeconómico de los postulantes.

iii) La calidad de las universidades chilenas, determinada, por ejemplo, a través de la tasa de titulación promedio, aumentará en aproximadamente ocho puntos porcentuales (Registro Académico Usach). Se estima que un cuarto de los estudiantes por los que las universidades recibían el antiguo AFI tenía NEM en el tercio inferior de su colegio.

En el futuro, el AFI se asignará a estudiantes que, entre otros antecedentes, tengan NEM en el 30% superior de cada curso. Esto podría inducir una disminución de los ingresos del AFI captados por ciertas universidades ("La Segunda", 13 de octubre del 2008, Carlos Williamson, prorrector de la PUC), lo cual se puede evitar si esas universidades aceptan educar a los "mejores alumnos", definidos ahora de manera más completa y compleja.

Todas las universidades chilenas están invitadas a asumir que "Una educación no puede ser de calidad si no logra que todos los alumnos, y no sólo parte de ellos, adquieran las competencias necesarias para insertarse activamente en la sociedad y desarrollar su proyecto de vida en relación con los otros. Es decir, no puede haber calidad sin equidad, aunque no faltan aquellos que piensan que una educación inclusiva no es compatible con el logro de buenos resultados por parte de todos los alumnos". (Rosa Blanco Orealc-Unesco. Revista Iberoamericana sobre calidad, eficacia y cambio en Educación, 2006, volumen 4, número 3).

Dr. Francisco Javier Gil Ll.
Académico

Dr. Juan Manuel Zolezzi C.
Rector
Universidad de Santiago de Chile

martes, 14 de octubre de 2008

Video en Tolerancia Cero

El domingo 12 de octubre se emitió, en la sección IDEAS PARA CHILE del programa Tolerancia Cero, una nota sobre la filosofía que inspira al Propedéutico USACH-UNESCO "Nueva esperanza, mejor futuro".

La nota es presentada por el Dr. Francisco Javier Gil, Director del Programa de Bachillerato de la Universidad de Santiago.

Video de 1'15''


lunes, 13 de octubre de 2008

Cambios en el AFI III

La Tercera, 13 de octubre 2008

Cambios al AFI

Señor director:

Hace 14 años presenté un proyecto de ley que buscaba modificar los criterios de distribución del Aporte Fiscal Indirecto (AFI). Ahora, la ministra de Educación anuncia los tan esperados cambios para miles de jóvenes chilenos.

Esto es bastante esperanzador y decisivo para la movilidad social. Estudios realizados por la Confech han comprobado que la PSU no es el único ni el mejor predictivo del rendimiento académico de los futuros alumnos de educación superior. El rendimiento en su enseñanza media también es un instrumento eficaz. Es muy importante que los cambios reflejen esta realidad y que el AFI considere en un 50% la PSU y otro 50% el lugar de excelencia de los alumnos en relación a sus pares, tal como lo planteé en el proyecto de ley que presenté con el apoyo del académico de la Universidad de Santiago, Francisco Javier Gil.

Considero que entregar el AFI con estas modificaciones permite a las universidades acoger, no sólo al alumnado que estudia en colegios particulares, sino que a todos los jóvenes talentosos del país que han quedado fuera de la educación superior, o no han podido cursar las carreras que deseaban, porque no se consideró su rendimiento escolar.

- María Antonieta Saa
Diputada PPD

sábado, 11 de octubre de 2008

Cambios en el AFI, carta a El Mercurio II

Cartas al director de El Mercurio
Sábado 11 de Octubre de 2008

Cambios en el AFI

Señor Director:

En referencia a la carta del decano de la Facultad de Química de la Pontificia Universidad Católica (PUC), Prof. Luis Hernán Tagle ("El Mercurio", 7 de octubre de 2008), es necesario aclarar a la opinión pública que el puntaje que se utiliza para calcular el Aporte Fiscal Indirecto (puntaje AFI) pondera en 100% el puntaje de la Prueba de Selección Universitaria (50% la parte lenguaje y comunicación y 50% la parte matemáticas); en 0% las notas de la enseñanza media (NEM), y en 0% las pruebas de Historia y Cs. Sociales y de Ciencias. En cambio, para calcular el puntaje de postulación a las distintas carreras, se ponderan, además de la PSU, las NEM y las pruebas de Historia y Cs. Sociales y de Ciencias.

Lo que espera la Universidad de Santiago de Chile, junto a su rector, Dr. Juan Zolezzi Cid, es que el ranking de los alumnos en su curso sea considerado como un nuevo ponderador del puntaje de selección al sistema universitario chileno, que actualmente considera solamente la PSU, las pruebas de Historia y Cs. Sociales, de Ciencias y las NEM. Con esta aspiración, la frase "menos estudiantes talentosos pobres quedarán excluidos de las universidades" es absolutamente verdadera de acuerdo con los antecedentes que durante 13 años la Universidad de Santiago de Chile ha acumulado, al bonificar con un 5% del puntaje ponderado al 15% mejor de cada colegio durante dicho período. Esto ha permitido obtener resultados de calidad, inclusión y promoción social extraordinariamente valederos.

- Ernesto Gramsch Labra
- Máximo González Sasso
Académicos de la Universidad de Santiago de Chile

miércoles, 8 de octubre de 2008

Cambios en el AFI: carta a El Mercurio

Cartas al Director de El Mercurio
Miércoles 08 de Octubre de 2008

Cambios en el AFI

Señor Director:

En carta de ayer, la profesora Sofía Salas Ibarra pregunta si existe evidencia que muestre que el ranking relativo en que se ubica un alumno dentro de sus pares es un buen predictor del rendimiento universitario. La respuesta es sí. En Chile hay estudios de la Usach publicados desde el año 1994 (ver, por ejemplo, "25 Años, la Prueba. Un Proceso de Selección CPU 1994") y otros más recientes efectuados para validar las Becas de Excelencia Académica. En EE.UU., las universidades de Texas y de California eximen de las pruebas de acceso a las universidades a los estudiantes que finalizan la educación media con NEM en el 10% y 3% superior, respectivamente. Los buenos rendimientos académicos de esta experiencia se han publicado en las webs de la Universidad de Austin, Texas. En Francia, desde la época de Napoleón, es requisito para ingresar a las grandes escuelas de ingeniería ser uno de los dos mejores estudiantes del curso.

Volviendo a Chile, la antigüedad en las Fuerzas Armadas es el lugar en el ranking. Las escuelas normales seleccionaban a los dos mejores estudiantes de la educación previa.

La profesora Salas pregunta también si el instrumento usado para medir la calidad de la educación (la PSU) es inadecuado. La respuesta es sí, y la evidencia es abundante. Desde el año 1981 el Aporte Fiscal Indirecto (AFI) ha ponderado la PAA (hoy PSU) en un 100% y las notas del colegio en un 0%. Inmediatamente después de la irrupción del AFI, las universidades elevaron la ponderación de la PAA desde un 42,9% hasta un 60,4%.

Incluir el ranking de las notas en el AFI con una ponderación de un 50% tiene como objetivo que las universidades ponderen los cuatro años de enseñanza media en, a lo menos, los porcentajes que hacían libremente antes del AFI.

Así, menos estudiantes talentosos pobres quedarán excluidos de las universidades chilenas por un AFI basado en extremo en una cuestionada PSU.

DR. FRANCISCO JAVIER GIL
Académico Universidad de Santiago de Chile

DR. JUAN MANUEL ZOLEZZI
Rector Universidad de Santiago de Chile

AFI e ingeniería social en universidades

Editorial de EL MERCURIO
Miércoles 08 de Octubre de 2008

AFI e ingeniería social en universidades

En Chile existen diversas vías de financiamiento para la educación superior. Una de ellas, relativamente modesta, es el Aporte Fiscal Indirecto (AFI) que se otorga a las universidades que matriculan a los primeros 27 mil 500 puntajes en la PSU. Es éste un instrumento orientado a estimular la calidad de los planteles de educación superior, considerando que los estudiantes de mejor desempeño en dicha prueba priorizarán las mejores carreras y universidades.

Este aporte ha sido criticado por algunos, porque incentivaría a las universidades a privilegiar a estudiantes de alta PSU que, a la vez, son de altos ingresos, como consecuencia de la correlación positiva que existiría entre ambas variables. Ésta ciertamente existe, pero no es responsabilidad de la prueba, sino del sistema escolar. En todo caso, esa correlación tampoco es perfecta.

Para atenuar este hecho, se ha anunciado que, en adelante, el ranking de notas pesará lo mismo que la PSU, es decir, 50 por ciento. No se sabe aún cómo se realizará este ejercicio. Cabe suponer que, de acuerdo con el ranking de cada estudiante en su curso o establecimiento educativo, se le definirá un puntaje, que se irá reduciendo a medida que vaya cayendo en dicho ranking. En cualquier circunstancia, según ha anunciado el presidente del Consorcio de Universidades Estatales y rector de la U. de Santiago, Juan Zolezzi, los alumnos deberán obtener al menos 550 puntos y pertenecer al 30 por ciento mejor de cada curso.

Si éstos fueren requisitos que deban cumplirse simultáneamente, se podría dar que alumnos con muy elevados puntajes en la PSU no fuesen sujetos de AFI. Esta posibilidad tiene base empírica. No cabe duda de que, en el margen, esta transformación cambia el incentivo de las universidades, sobre todo si semejante medida fuera acompañada de mayores recursos para el AFI, que en términos reales se ha reducido desde 1990.

Es efectivo que el incentivo, así modificado, apunta en la dirección de lograr una selección de estudiantes socioeconómicamente más balanceada. Con todo, las buenas universidades y carreras deberían seguir aspirando a atraer a los estudiantes que tengan mayor potencial de rendimiento para los estándares académicos que ellas han definido. Como en Chile -a diferencia de lo que ocurre con la PSU- las notas no están estandarizadas, difícilmente son un buen indicador de dicho potencial.

Se podría argumentar que el hecho de que éstas se liguen a un ranking diluye la objeción. Pero no es así, porque ¿cómo se compara el ranking de un establecimiento exigente con uno que no lo es? ¿Acaso la elección del establecimiento que realizan las familias y los jóvenes no está influida por el nivel de exigencia?

Frente a estas interrogantes, se podrá argumentar que algunas universidades han realizado estudios que sugieren que el ranking de notas es un buen predictor del rendimiento en la educación superior. Sin embargo, ello no es más que una ilusión estadística, causada por el hecho de que el estudio se realiza en un grupo de estudiantes que ya ha sido seleccionado por la PSU.

Por otra parte, si las universidades, buscando los recursos del AFI, adaptan sus instrumentos de selección, el país podría sufrir un lamentable deterioro en la calidad de aquellas más selectivas. Estamos frente a una propuesta que parece defendible en el papel, pero que está lejos de ser positiva para la calidad futura del sistema universitario. La equidad en el acceso a las universidades y carreras más selectivas sólo se logrará mediante transformaciones profundas en nuestro sistema escolar. En cambio, insistir en la ingeniería social puede producir resultados de mero artificio en nuestra educación superior.

martes, 7 de octubre de 2008

Rector Zolezzi comenta reforma del AFI

Rector de la Usach comenta reforma del AFI

El ranking del alumno es una variable más predictiva que las notas de enseñanza media e incluso más que la PSU, por eso incorporarlo en cualquier sistema, no sólo en el AFI, es un paso adelante”, señaló el Rector de nuestra Universidad y presidente del Consorcio de Universidades Estatales, Dr. Juan Manuel Zolezzi, sobre la reforma del Aporte Fiscal Indirecto (AFI).

Desde el próximo año, el AFI concederá un 50 % de ponderación a las notas de enseñanza media, dejándolas en un porcentaje similar al del puntaje de la PSU, para beneficiar, de alguna forma, a las universidades que captan estudiantes de menores ingresos, según lo expresado por el Rector, quien, sobre las críticas que ha recibido esta medida, señaló que “es una reacción normal, ya que las instituciones son las que reciben más AFI y tienen el temor de que la situación cambie de mala forma para ellos. Sin embargo, nosotros hemos demostrado que la calidad se mide con la progresión de los alumnos, dejando claro que los estudiantes que ingresan por ranking son de excelencia”.

Este año, los montos del AFI fueron de $19 mil millones y se repartieron entre 84 instituciones, pero luego de una votación en el Consejo Asesor Presidencial de Educación, se decidió cambiar el sistema y entregar el dinero a las instituciones que reclutan a los alumnos más pobres y con los mejores rendimientos.Director Programa Bachillerato Usach Francisco Javiel Gil

Por su parte, Francisco Javier Gil, director de Bachillerato de la Universidad, también se manifestó sobre el tema, expresando que, “con esto, se demuestra que la Usach es capaz de generar políticas públicas. Es bueno el cambio, porque como estaba antes, dañaba a la educación media y a la universidad, porque hasta ahora se valoraba un cero por ciento la trayectoria escolar del estudiante, dañando el sistema de selección, el cual no tenía capacidad predictiva en la selección a las diferentes casas de estudios”.

Si bien, la medida ha dejado muy contentas a las autoridades de las diversas instituciones que se beneficiarán con este cambio, el Rector Zolezzi es claro al señalar que, “para que el círculo esté completo, queremos que la admisión a las universidades esté ponderada de la misma forma como se ha hecho ahora con el AFI, es decir, un 50% para la PSU y el otro 50 % para la posición del alumno en cada curso”.

Fuente: Usach al día, 7 de octubre 2008

lunes, 6 de octubre de 2008

Educación 2020 y PSU

La Tercera, 6 de octubre 2008

Educación 2020 y PSU

Señor director:

En momentos en que el debate sobre la enseñanza en Chile ha vuelto a cobrar relevancia a propósito de la iniciativa Educación 2020, cabe reflexionar respecto de la PSU con un cuestionable instrumento a la hora de elegir a los estudiantes talentosos.

El hito de la PSU no refleja el nivel intelectual ni las capacidades de aprendizaje del estudiante, sino más bien sus condiciones socioculturales. No es casualidad que más de 127 mil estudiantes que postulan a universidades del Consejo de Rectores provienen del quintil más pobre y alcanzan un puntaje promedio de 463 puntos.

Estudiantes que provienen del 20% mejor de su colegio y que obtienen 450 puntos en la prueba no son menos capaces que los que obtuvieron 700 puntos. El talento se distribuye igual entre ricos y pobres, eso implica que existen estudiantes talentosos en todos los liceos y que muchos jóvenes “genios” se están quedando fuera porque el Estado no asegura la calidad de la educación.

Las notas de enseñanza media son mejor predictor que la PSU y la correlación es positiva cuando se reconoce la excelencia y se llenan los vacíos en contenidos y metodologías.

Un estudiante que ingresa a pedagogía con 450 puntos puede ser el mejor profesor con un proceso de enseñanza adecuado en la universidad.

- Francisco Javier Gil
- José Miguel Araya

Académicos USACH

domingo, 5 de octubre de 2008

Se reforma el AFI

Se reforma el AFI: ranking de notas del colegio pesará ahora lo mismo que puntaje de la PSU
EL MERCURIO, 5 de octubre 2008

Ya estaba instalada en el ambiente la idea de que el Aporte Fiscal Indirecto (AFI) que reciben las universidades iba a cambiar. Pero aún no había certeza.

Ahora, la incertidumbre se esfumó. El Ministerio de Educación decidió transformar la forma de asignar estos recursos. Así, el sistema que durante 27 años entregó recursos a las universidades que captaban a los 27.500 alumnos con mejores puntajes en la PSU (y antes en la PAA) llega a su fin.

El rector de la Universidad de Santiago y presidente del Consorcio de Universidades Estatales, Juan Zolezzi, lo confirmó, explicando que la nueva fórmula tomará en cuenta no sólo a los mejores puntajes de la PSU, sino también el ranking de los alumnos en los colegios. El objetivo es incentivar a las instituciones para que recluten alumnos de menores ingresos y que no obtienen los mejores resultados en la PSU.

Este año, los montos del AFI alcanzaron $19 mil millones y se repartieron entre 84 instituciones.
La idea fue fuertemente debatida en el Consejo Asesor Presidencial de Educación Superior, en el que la mayoría votó a favor de cambiar el sistema y así entregarles los montos a las instituciones que reclutaran a los alumnos más pobres.

El rector de la U. de Chile, Víctor Pérez; el de la U. Católica, Pedro Pablo Rosso, y el de la U. Técnica Federico Santa María, José Rodríguez, votaron a favor de mantener los criterios de asignación actuales, pero complementados con otros criterios para corregir desigualdades. Finalmente, el ministerio optó por una solución intermedia.

-¿En qué consiste el nuevo AFI?
"El nuevo AFI consiste en que se valorarán en 50% los puntajes de la PSU y en 50% el ranking de los alumnos, es decir, la posición de ellos en su curso. Además, el alumno tiene que obtener un mínimo de 550 puntos y debe pertenecer al 30% mejor de cada curso. Siguen siendo los mismos 27.500 estudiantes, y nosotros pedimos que se aumente el (monto del) AFI, dado que los 27.500 fueron establecidos cuando eran 40 mil los postulantes (a las universidades), y hoy hay 240 mil postulantes. El AFI debió haber crecido en la misma proporción".

-¿Qué se logra con el cambio?
"Que un alumno que está en un colegio municipalizado y que obtiene 600 puntos, pero que es el número uno del curso, va a quedar en una mejor posición que un alumno que tiene 700 puntos pero es el más malo de su curso. El primer alumno va a entrar (al AFI), el otro no".

-¿Cuáles son las universidades que se van a beneficiar con el cambio?
"Las universidades que ganan son las que reciben más alumnos de colegios municipalizados y particulares subvencionados".

-¿Cómo beneficia esto al sistema?
"Obviamente, es más justo. La plata va a llegar a instituciones donde efectivamente hay alumnos mucho más motivados por estudiar. El alumno que está en el primer lugar del curso quiere seguir siendo el primero".

¿Qué es el AFI?
El Aporte Fiscal Indirecto es el monto que reciben las instituciones que matriculan a los 27.500 mejores puntajes de la PSU. En 2008 se repartieron $19 mil millones.

El rector de la Universidad de Santiago, Juan Zolezzi, no se puede sacar la sonrisa de la cara. Todavía sigue fascinado con que la Comisión Nacional de Acreditación los haya certificado por seis años en todas las áreas. Con esto, la universidad dio un enorme salto, pasando de una tibia certificación por tres años en 2005 a entrar al ranking de las mejor evaluadas, quedando sólo detrás de la U. de Chile, la U. Católica y la U. de Concepción.

"Dimos vuelta la universidad en dos años", asegura Zolezzi, quien asumió la rectoría en 2006. La solución consistió en bajar los niveles de endeudamiento de $22 mil a $4 mil millones, invertir en investigaciones y contratar a 51 académicos con grado de doctor.

También implicó reformular la degradada Facultad de Educación y el consiguiente despido de 12 académicos. Por eso, el rector tiene una postura definida frente al plan Inicia que lanzó el Mineduc para la formación inicial de los profesores. Aunque valora la iniciativa, plantea varias quejas. "Le estamos entregando financiamiento a la oferta privada y yo no soy partidario de eso", alegó Zolezzi y agregó que "no me gusta el concepto ni siquiera de orientaciones mínimas ni currículum mínimo porque eso tiende a nivelar hacia abajo".

viernes, 3 de octubre de 2008

Los grandes ausentes

Los grandes ausentes
Por Loreto Egaña, directora del Programa Interdisciplinario de Investigaciones en Educación

El debate sobre la inequidad de nuestro sistema educativo, que se traduce en una baja calidad de enseñanza a los niños de menores recursos, suele evocar la falta de competencia de docentes y directores de establecimientos. El problema de la calidad de la educación y en especial la precariedad de la labor educativa en los sectores más vulnerables es complejo y no existen recetas, sólo intuiciones y prácticas avaladas por la experiencia y la investigación.

Si los docentes y los directores son esenciales, los dueños de los establecimientos son imprescindibles para orientar estos esfuerzos. Las experiencias de escuelas exitosas en sectores de pobreza muestran sostenedores comprometidos con la educación, capaces y competentes para generar procesos virtuosos que se retroalimentan y perfeccionan. Consisten en metas claras que guíen las diversas iniciativas, escoger al personal directivo idóneo, contar con una política informada en cuanto al cuerpo docente para potenciar las capacidades que la mayoría de los maestros posee, generando las condiciones para que ellas se desplieguen.

Un establecimiento en proceso de mejoramiento continuo demanda una adecuada gestión de los recursos y un constante monitoreo de las metas. Estas son responsabilidades prioritarias de los sostenedores, particulares o públicos. La realidad es bastante desalentadora. Fruto de los cambios en la década del 80, la gran mayoría de los que operan con recursos públicos y atienden a 93% de la población escolar no son los más idóneos para la tarea. Existen excepciones que no hacen si no confirmar la regla. ¿Qué hace la diferencia en los resultados educativos del conjunto mayoritario de la población escolar? La variable que más peso presenta en los resultados del Simce y la PSU se refiere a las diferencias socio-económicas y culturales de las familias. En el caso de los estudiantes de sectores vulnerables implica recursos materiales y simbólicos del entorno familiar, capacidades de exigencia ante el servicio educativo recibido. Este peso tan significativo de las condiciones familiares da cuenta de una privatización de la responsabilidad por los resultados. Dicho de otra forma, la incapacidad de las políticas educativas pese a los esfuerzos por revertir este proceso.

En los próximos meses se debatirán en el Congreso algunas iniciativas legales que inciden en el régimen de sostenedores educativos. Es necesario tener presente que demoramos 28 años en reconocer públicamente este problema, que está en la base de la precariedad y el "desastre", como algunos califican, de la calidad de la educación de los sectores de menos recursos. Es de esperar que los legisladores tengan claridad y convicción para producir un cambio sustancial en los sostenedores del sector público, que atienden a la población escolar más vulnerable. Es indispensable identificar las instituciones más adecuadas y confiables que se responsabilicen por la calidad de la educación que dan. Los acuerdos legislativos sobre los sostenedores particulares debieran ser rigurosos en calificar quiénes tienen competencia para impartir educación, reconociéndose que mayores controles y fiscalizaciones no consumirían tiempo y recursos si hubiera sostenedores idóneos y responsables.

Es necesario hacer hincapié en el protagonismo de docentes y directivos para generar procesos educativos de calidad, en la necesidad de atender a su formación, condiciones laborales y salariales y al mejoramiento de sus prácticas pedagógicas. Son condiciones indispensables pero no suficientes, y perderían su potencial efectividad si no se cuenta con sostenedores que orienten y potencien estos procesos, con claridad en las metas y capacidad en la gestión, de modo de facilitar los procesos educativos, responsabilizándose de los resultados.

Fuente: La Nación, 3 de octubre 2008